viernes, 7 de diciembre de 2012

Almendrados

Se acerca la Navidad. Y no es una amenaza, sino un hecho. Yo con estos días tengo de siempre lo que viene siendo una relación de amor-odio. Por qué hay como una pequeña bruma de tristeza alrededor de toda esa alegría de cartón piedra que nos envuelve es algo que no acabo de comprender. Supongo que no son más que neuras de antiguo fan de Tim Burton y The Cure. Como os digo siempre, los noventa hicieron mucho daño. Además se supone que este es un espacio frívolo donde venimos a pasarlo bien comiendo y cocinando, cosa para la que no hay época más propicia que la navideña. Así que inauguramos hoy una serie dedicada a los dulces navideños que podríamos titular "Sobrevivir a la Navidad colocado de Glucosa", que es básicamente lo que yo pienso hacer de aquí al seis de enero.

Y empezamos la serie con una receta típica de nuestra zona, con las proporciones de ingredientes de toda la vida. Se trata de los almendrados, y aunque en internet son mayoritariamente una especie de galletas redondas con una almendra en el centro, los nuestros son vagamente cónicos e irregulares. Preciosos y fáciles. Y con el protagonismo indiscutible de la almendra. Y con todo natural, oiga. He encontrado recteas parecidas por la red con más ingredientes, pero yo me quedo con los tres básicos del recetario de mi abuela, que dan un resultado clásico, contundente y riquísimo, aunque con un aspecto menos espectacular. Como decía el insigne doctor Hannibal Lecter, al que me parece siempre muy adecuado citar en un post con la Navidad de fondo: "Primeros principios, Clarisse". Ya innovaremos otro día.




Vamos, pues, con la receta.

Ingrediente (para unas 40 unidades):

350 gr de almendra molida
300 gr azúcar
1 huevo entero + 3 yemas
Mezcla de canela y azúcar para espolvorear

Preparación:

1. Enciende el horno y pon música.
2. Separa tres yemas de sus claras.
3. Pon las yemas más un huevo con clara y yema en un bol. Bate enérgicamente.
4. Añade el azúcar. Bate.
5. Añade la almendra poco a poco. Cuando la masa sea demasiado dura, cambia las varillas de batir por una cuchara o espátula.
6. Continúa mezclando y si lo ves necesario acaba amasando con las manos. Ancha es Castilla.
7. Sobre una placa de horno, coloca papel sulfurizado.
8. Dispón la masa a pellizcos sobre el mismo. Debe estar algo pegajosa y quedar como montoncitos irregulares. También puedes formar bolitas. Espolvorea azúcar con canela por encima.
9. Hornea 15 min (aproximadamente) a 180º (aproximadamente). Que queden doraditos.
10. Deja enfriar antes de probarlos.

1 comentario:

  1. Me encanta amasar y mezclar con las manos (bien limpias, por supuesto), es tan relajante y tan natural. Y luego las sensaciones, esos dedos cálidos de la mezcla que te anticipan lo gustoso de su sabor. Es toda una experiencia, aunque no la recomiendo para el soufflé.

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