viernes, 31 de octubre de 2014

Panellets rebozados de almendra (y un experimento con cacao y nueces)


El otro día, viendo La isla mínima, el fantástico thriller dirigido por Alberto Rodríguez, una de las mejores películas de la cartelera por cierto, me di cuenta de que lo más terrorífico no nos acecha en la oscuridad de lo sobrenatural (como diría Iker Jimenez) sino en nuestro más cotidiano alrededor. Lo más escalofriante, en realidad, es que los auténticos monstruos tienen el mismo aspecto que cualquiera de nosostros. Quizás sea por eso que brujas, zombies y demás ralea se han convertido en algo casi entrañable, porque aunque nos lleguen a asustar durante hora y media, sabemos que no llegarán a traspasar los límites de la pantalla. Aunque sea 31 de octubre.

Reflexiones aparte, el caso es que un año más, aquí llega Noviembre con su ya antigua y cansina polémica entre Todos los Santos y Halloween, como si en esta parte del mundo no fuéramos expertos seculares en adoptar tradiciones extranjeras y hacerlas convivir con las propias. Nosotros este año, en EL TIO PEP, barremos para casa y nos decantamos por unos tradicionales panellets. Pero como nos gusta, ya sabéis, darle una vuelta a todo, los hemos hecho con almendra en lugar de los habituales (y carísimos) piñones. Por el camino, se nos ocurrió en un arranque de creatividad (bueno, vale, fue porque se nos acabó la almendra) hacer una versión con cacao rellenos de nueces (porque la nuez se churrasca muy fácil si la pones por fuera). Aquí tenéis el resultado. Terroríficas tardes a todos!

domingo, 26 de octubre de 2014

Asalto 2.02: Ensalada de garbanzos con tomates secos

Aunque nuestro alter ego choricero sea el malencarado, rudo y terrible Masamadre (al que habréis visto por el facebook del asaltablogs), no podemos negar que en el fondo, como todos nuestros malotes predilectos, tenemos nuestro coranzocito, un rincón de ternura que todavía no está negruzco del todo. El caso es que cuando entró en la cocina de El mito del sofrito a llevarse de todo lo que hubiera, y había mucho y bueno, Masamadre se quedó un momento parado delante de este plato de garbanzos y le vino a la cabeza cómo su abuelo, no hace tantos años, ponía en grandes esterillas, al sol del patio, tomates a secar, y acabó de emocionarse cuando se recordó mordiendo uno de aquellos tomates y sintiendo una explosión de sal y sabor en su boca. Total, que emocionado como estaba, se dejó llevar por la nostalgia, dejó atrás un montón de fantástico botín para el resto de ladronzuelos, y se fue para casa con una sencilla ensalada de garbanzos, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

En fin, contada la historia de la elección de receta, sólo nos falta dar cuenta de nuestras innovaciones con respecto al original: Cómo le veíamos un toque como de humus sin pasar por la batidora, le hemos añadido el sésamo tostado, y para que sea aún más moruno, hemos cambiado el curry del mito por ras-el-hanout, esa mezcla de especias que nos tiene comido el seso últimamente. Y nada más, una receta sencilla pero buenísima, y 100% vegetal. La receta original la tenéis aquí, y para los despistados que aún no sepan de qué va esto, toda la información de #elasaltablogs está en esta página de Gastroandalusí, el blog de la jefa.

viernes, 17 de octubre de 2014

Espaguetti con setas, almejas y gambas


Esta semana, mira tú por dónde, he estado pensando en una película de 1991 (friki que es uno), que creo que es un buen momento para volver a ver. Dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por María Barranco y Antonio Resines, entre otros, relataba como el ser humano es capaz de caer muy abajo por un puñado de billetes. La película se llama Todo por la pasta, y aprovechamos para recomendárosla; siempre podréis encontrar algo que entronque con la actualidad. Aunque en la peli de Urbizu vemos a un grupo de mindundis de baja extracción social que con el tiempo se han demostrado mucho menos peligrosos que los señores trajeados con los que nos toca bregar hoy día.

Y bueno, como para hablar de cine ya tenemos otros foros, vamos a lo que vamos. A una receta de pasta con frutos de mar (qué cursi nomenclatura) y otoñales setas que nos quedó estupenda. Sí, ya sé que para ceñirnos a las noticias de estos días debería haber sido pasta nera (o negra, o black, o como queráis llamarla) pero bastante negros estamos los de siempre, así que la de hoy, con tomate. 

viernes, 10 de octubre de 2014

Ternera en salsa con aceitunas verdes


Coger un trozo de buen pan y mojar en una salsa suculenta es uno de los placeres sencillos y baratos más tremendos a los que puede optar el ser humano. Y esa es una de las cosas que más nos gusta del plato de hoy. La carne está rica, es verdad, pero parece que generosamente lo mejor de su sabor lo ha regalado en la cazuela a la salsa que la acompaña. La combinación puede parecer algo bizarra, sobre todo por el uso de aceitunas rellenas de anchoa (en el original, esta receta de Bruno Oteiza, eran simplemente deshuesadas, pero nosotros nos lanzamos a la piscina porque en el momento de ponernos a cocinar en casa sólo teníamos rellenas). Pero os aseguramos que el resultado merece la pena. De toma pan y moja, vamos. De dejar el plato reluciente. Como si no hubiera un mañana.

(Nota: Igual con la que está cayendo esta última semana la última frase me la podría haber ahorrado, porque en El Tio Pep somos, afortunadamente, poco amigos del alarmismo gratuito y del apocalipsis televisado. Así que lo vamos a dejar ahí, que al fin y al cabo somos un blog de recetas y las opiniones sobre crisis mundiales las debemos dejar para otros foros)

viernes, 3 de octubre de 2014

Galletas irregulares de zanahoria y naranja


Viendo la foto de la receta de hoy, me ha venido a la cabeza un asunto del todo intrascendente, que os importará tres pepinos pero que aún así voy a compartir con vosotros dado mi natural cansino: cuando salgo de excursión o viaje, siempre, invariablemente, me pasa que veo un pedregal, unas hojas secas amontonadas, un charco donde se refleja una rama, etc, y me lío a a hacerle fotos diciéndome "esta para fondo de escritorio". Lo normal, claro, es que cuando llegas a casa la foto en cuestión resulta ser una decepción absoluta y ves que el entusiasmo viajero se pega de bruces con el realismo del regreso. "¿Quien me mandaba a mi hacerle fotos al suelo?" es todo lo que aciertas a decirte a ti mismo.

El caso es que hoy nos han quedado unas galletas que así puestas en fila tienen como un no se qué de forma de guijarros que oye, las hemos puesto de fondo de escritorio y no han quedado mal del todo. Tienen la gracia de ser cada una de su padre y de su madre porque se hacen sin ningún molde, poniendo montoncitos en la placa del horno y dejando que el calor las aplane y las dore. Es mejor comerlas recientes porque tienden a ablandarse. Aunque eso no será un problema, porque están riquísimas, si alguien quiere dejar en comentarios algún truco para conservar las galletas crujientes, será más que bienvenido. Por cierto, la receta está basada en la del blog entre cupcakes y galletas.