domingo, 23 de febrero de 2014

Asalto de febrero: Scones integrales


Cuando eres un asaltablogs, hay dos maneras de llegar al último domingo de mes. Una es despertarse tranquilamente, preparar el desayuno y sentarse a ver los asaltos de los demás, casi sin recordar de qué iba el nuestro, porque la entrada lleva programada desde el día seis o siete, cocinada desde el cinco y elegida desde el mismito primer día  en que se descubrió quien sería el asaltado del mes. La otra es ponerse especialmente el despertador para levantarte temprano, aunque sea domingo, para ponerte a redactar (en casos extremos, a cocinar) porque, una vez más, te ha cogido el toro. Las dos maneras, no creáis, tienen su encanto. Nosotros somos más de la segunda, hay que confesarlo, ¿y vosotros?

Bueno, el caso es que son las nueve y pico, y si queremos llegar a tiempo, tenemos que ir abreviando: 
-Os recordamos que el blog asaltado del mes de febrero es Al calor del horno, un blog fantástico. 
-Nosotros hemos elegido esta receta de scones integrales, que Bego prepara con dátiles y nosotros hemos dejado sin tropezones. 
-Esta especie de híbrido entre bollo y panecillo de origen británico, con su característico corte en el centro, que se le forma casi por arte de magia al hornearlo, es allí un acompañamiento muy típico para el té de las cinco, y canónicamente se rellena de mantequilla y mermelada. 
-Nosotros, sin embargo, hemos probado también con rellenos salados (fiambre de pollo y rúcula, salmón con pepino) y el resultado ha sido muy interesante.
- El resultado estaba exquisito, el único truco es intentar trabajar rápido para que la masa no coja mucho calor, o, si tenemos tiempo, pasarla por la nevera antes y después de formar los panecillos, tal como indicamos.
-Ya sabéis que la genial idea de este reto surgió de la brillante mente criminal de nuestra jefa, Conxy, del blog Gastro Andalusí. aquí tenéis toda la información del reto

Vamos, rapidito rapidito, a por la receta:

miércoles, 19 de febrero de 2014

Crema de zanahoria y manzana


¿Habéis creído alguna vez una cosa muy firmemente para actuar a continuación conforme al principio contrario? ¿Alguna vez habéis dicho que sí mientras por dentro os moríais de ganas de decir que no? ¿Cuantos de vosotros habéis consolado un fracaso en la báscula comiendo un dulce hipercalórico? Yo digo que sí a todo, un poco inconscientemente, como cuando le damos al sí a todo en el ordenador y que Dios reparta suerte. Y es que la vida está llena de pequeñas contradicciones, y de algunas grandes también, que si no se nos van de las manos pueden incluso ayudar a que el día a día sea más agradable y divertido. Porque no me diréis que no es un aburrimiento ser perfectamente coherente en todo momento con nosotros mismos y con los demás.

El caso es que hoy volvemos, después de un tiempo sin publicar, dominados por el espíritu de la contradicción. Os explico: regresamos con nuestros lunes verdes, aunque hoy es miércoles y en la receta no hay nada de color verde por ningún lado. Eso sí, es una receta muy sana, muy fácil, con un color vistosísimo de la muerte, cien por cien vegetal, que está muy rica y que nos descubrió una combinación ganadora: zanahoria, manzana y comino. ¿Qué más queréis?