miércoles, 31 de julio de 2013

Asalto de Julio: Twin Peaks Cherry Pie

Ya sabréis que nos encanta la tele. Esto ahora está muy bien decirlo, da como prestigio, siempre que circunscribamos nuestra afición a un puñado de productos de primera fila que han conformado lo que se ha dado en llamar "la edad de oro de la ficción televisiva". Antes no era así, salvo honrosas excepciones. Pues bien, hoy nos detenemos en una de esas excepciones. Todo este fenómeno que ha explotado ahora tuvo un antecedente muy claro allá por los primeros años noventa. Una chica aparecía muerta, envuelta en plástico, junto a un río, en una gélida mañana de algún lugar del noroeste de Estados Unidos. Sólo esa especie de resplandor que la envolvía, la música cadenciosa de Angelo Badalamenti, un par de escenas, alguien decía "she's Laura, Laura Palmer"...y ya sabías que eso era otra cosa, que estabas ante algo nuevo que iba a cambiar tu forma de ver las series. El invento se llamaba Twin Peaks y tenía la firma, claro, del visionario de lo raruno, el señor David Lynch.

Y ahí, en esa serie impresionante, había un café y en el café servían, en palabras del agente Cooper, del FBI, la mejor tarta de cerezas del mundo. Con todos estos antecedentes, y siendo de naturaleza tan teléfaga como somos, no es de extrañar que al ir a asaltar el blog de este mes, que se llama Con las zarpas en la masa (ya sabéis que participamos en el divetido reto "el asaltablogs"), nos enamoráramos a primera vista de una receta que se llamaba "Twin Peaks Cherry Pie". Nos fuimos corriendo a hacernos con un deshuesador y nos pusimos a ello. Son muchas las variantes de esta receta que hay por el mundo blogueril, pero debemos decir que esta en particular es una maravilla en cuanto al sabor del relleno y la textura de la masa, aunque manejarla puede convertirse en un infierno.  Os avisamos que a nosotros la masa se nos volvió ingobernable, muy quebradiza, y que al desmoldarla se nos quebró aún más, dejando un resultado no muy aparente, aunque pudimos salvar los muebles y hacer unas fotos más o menos dignas. Pero todo eso se olvida al primer bocado, porque no había probado algo mejor en mucho pero que mucho tiempo, y la opinión es unánime en todo aquel que la prueba. Así pues, merece la pena la tinta que se suda al intentar montarla y luego desmoldarla en condiciones. Nosotros hemos aumentado un poco las cantidades y tiempos porque nuestro molde es más grande, pero en esencia la receta es la misma que la original. ¿Queréis verla?

jueves, 25 de julio de 2013

Escabeche de pollo y nuestro primer vídeo


Estar de vacaciones y estrenar teléfono al mismo tiempo es algo que a alguien como yo le puede costar muchas horas de perder el tiempo toqueteando el nuevo aparatejo hasta sacarle todo, o casi todo, su jugo. Y claro, no íbamos a dejar en el olvido nuestras obras de arte, así que hoy inauguramos nueva sección en EL TIO PEP con nuestra primera vídeo receta. A ver qué os parece. Sí, ya sé que la calidad es pésima, que la iluminación es pobre, que se ven sombras por todos lados y algunas cosas más que os dejo descubrir a vosotros. Pero lo he pasado muy bien intentando colocar con algo de solidez el móvil en el armario alto de la cocina, con dos brochetas, grabando las piezas e intentando darles algo de coherencia en el montaje. Sed benévolos, que es el primero. Espero pasar, como en nuestra tierna infancia de la EGB, del Necesita Mejorar de ahora al Progresa Adecuadamente de futuras ediciones.

La receta es un refrescante escabeche de pollo, sacado del primer libro de Mikel López Iturriaga, que a su vez había publicado en Ondakin, el blog de El Comidista antes de ser El Comidista. Nosotros le hemos añadido la ensalada de melocotón como acompañamiento para rebajar el sabor a vinagre. Venga, vamos allá, empieza la sesión:  



viernes, 5 de julio de 2013

Magdalenas de almendra, cacao y girasol

Sería un poco pretencioso por nuestra parte decir que hemos encontrado la magdalena de chocolate definitiva, pero sí os diré que al menso es la definitiva de las que nosotros somos capaces de inventar basándonos en nuestro viejo conocido el bizcocho 1,2,3. En esta ocasión hemos mantenido la fórmula de medir los ingredientes con el envase del yogur, pero no es 1,2, 3, sino más bien 1, 2, 1,1,1'5.

Comprenderéis que este galimatías queda un poco raro como nombre de una receta, por mucho que nos hubiera gustado plantearlo como homenaje a la ópera prima de George Lucas. Así que lo nombraremos magdalena y lo apellidaremos con la lista de ingredientes. Vayamos por partes: el cacao en polvo (si es de una determinada marca de la vecina localidad de Villajoyosa mejor que mejor) se está conviertiendo en uno de mis ingredientes favoritos para chocolatear cualquier cosa repostera. Como está desengrasado y desazucarado es una bomba de sabor que apenas afecta, en mi opinión, a las proporciones de otros ingredientes como el azúcar o el aceite. De la almendra molida poco tenemos que decir, ya sabéis que nos encanta, la hemos puesto en dulce y en salado, y volverá a aparecer más veces. Hoy le da un toque estupendo a nuestras magdalenas. Y el aceite de girasol, al ser más suave, no se nota en el sabor, así que por una vez nos apeamos de la defensa a ultranza de la oliva. Y para rematar, confesamos este pecadillo añadiendo unas pipas que nos gustaron por su toque salado y crujiente. Vamos, que con todo este batiburrillo, nos salieron muy bien y fueron un gran éxito. Si fue talento o casualidad, lo dirán los siguientes intentos. Yo me inclino más por lo segundo. Ya os contaré.