miércoles, 13 de febrero de 2013

Tortilla de champiñones, con puerro y zanahoria


Hoy tenemos una nueva entrega del instituto estadístico de El Tio Pep, ya sabéis, aquel que hizo una encuesta de fiabilidad científica cero para discernir el odio a la coliflor entre la población española. Esta vez preguntamos a nuestros seguidores de Facebook (que aún son pocos, pero selectos) cual era el acabado que preferían para la tortilla. ¿cruda por dentro, jugosilla, bien cuajada o socarrada por fuera y secaina por dentro? Bueno, como es lógico esta última opción no fue elegida por nadie.

Por lo demás, no conseguimos una victoria muy clara ni de los partidarios de la jugosidad ni de los cuajadores, y buscando tendencias parecía que los sanvicenteros (entre los que me cuento) optaban en su mayoría por cuajar bien y los capitolinos (el uso de esta palabra es un guiño a nuestro latinista comentador) la preferían más liquidilla, refinados ellos, pero al final hubo votos cambiados y ni siquiera hubo un mínimo consenso geográfico. De todo lo que se dijo por allí, me quedo con dos consejos, que parecen opuestos pero son ambos muy sabios. Dijo Alazne:  "ni lo uno ni lo otro. Una buena tortilla lleva mucha patata y ha de ser bien gorda. Tiene que estar no muy hecha por dentro" Y añadió Jordi: "En el punto justo en el que el líquido ya no aparece al partirla, quedando muy tierna por dentro. Para lograrlo hay que hacerla más bien fina para que se haga homogéneamente (como el arroz) y nada de fuego fuerte para que no se queme por fuera". Me apunto al tema del poco huevo de Alazne, y a mi, como a ella, me gusta hacerla gordita. Sin embargo, mucho ojo a lo que dice Jordi, porque la mejor tortilla que he probado (la de mi madre, como no) es más bien fina. Y lo del fuego mínimo es fundamental.

Por cierto, todos entendieron que hablábamos de tortilla de patatas (que es una cima de nuestra civilización), y al final la hemos hecho con esta combinación de verduras, que no es una cima, pero está rica, así   combinando lo suave del champiñón con el carácter del puerro y el dulzor de la zanahoria. Y más ligera. 


Prepara la tabla y el cuchillo y vamos allá!

Ingredientes:

1 puerro
2 zanahorias
400 gr aprox. de champiñones (a mi me pesaban 300 gr una vez limpios y troceados)
3 huevos
Aceite y sal.

Preparación:

1. Pon música y pela, limpia y pica fino el puerro. Reserva.
2. Pela y ralla la zanahoria con un rallador de trazo grueso. Reserva.
3. Limpia los champiñones, sécalos, córtales la parte más terrosa y trocéalos burdamente, pero en trozos pequeños. Reserva.
4. Pon un chorretón de aceite a fuego medio en una sartén. Cuando esté caliente añade el puerro y un poco de sal. Remueve de vez en cuando.
5. A los cinco minutos aprox, añade la zanahoria.
6. A los cinco minutos aprox, añade el champiñón troceado. Añade otro poco de sal. Mezcla bien y deja que se haga lentmente durante unos diez minutos o hasta que seque el agua que pueda soltar.
7. Mientras, bate los huevos en un bol amplio.
8. Echa el contenido de 6 a 7 y remueve bien.
9. En una sartén más pequeña, añade unas gotas de aciete. Incorpora 8 y forma la tortilla. Dale la vuelta pasados unos dos minutos.
10. Haz a fuego muy suave, dándole varias vueltas, hasta que consideres que está hecha. Según gustos el proceso te llevará entre 15 y 25 minutos. Deja que repose y se temple antes de consumirla con franca delectación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario